Medicamentos de "Calidad"
Los medicamentos de patente
son una condena a la sociedad establecida por los intereses financieros de
grandes empresas. Para empezar un medicamento de patente: es el tipo de
medicamento registrado por un laboratorio farmacéutico y reconocido
internacionalmente como propietario de la investigación. Lo que se traduce en
un control total sobre un medicamento, generando así un monopolio sobre dicho
medicamento.
Estas empresas obtienen
monopolios del medicamento por 20 años, lo que impide que otras empresas
fabriquen el medicamento en consecuencia la empresa para la cual este patentado
un medicamento tendrá ciertos derechos sobre el mismo, como la libertad de
elegir su precio para el público y así satisfacer sus intereses financieros.
Cuando las patentes caducan
la empresa puede realizar un cambio en la formulación del medicamento, lo que
les otorga una nueva patente, este tipo de estrategias son llamadas
“evergreening” las cuales se ocupan de generarles más ganancias a la industria farmacéutica
a costa del beneficio público.
Existen reportes en los que
se menciona que, en el momento de salir la versión genérica de un medicamento,
las ventas del innovador se desploman en el primer año hasta un 75%. Esta
situación representa, desde el punto de vista económico, un golpe fuerte para
las empresas, que cuando no tienen moléculas novedosas de reemplazo en el
mercado recurren a las modificaciones de la molécula original para ampliar el
tiempo de protección patentaría.
Además del precio, existe un
riesgo mayor de que ocurran reacciones secundarias. Al ser productos nuevos se
deduce que es un medicamento apenas estudiado por lo que no tendríamos un
conocimiento exacto de lo que podría provocar.
Las enfermedades más mortíferas de la actualidad siguen
siendo un verdadero dolor de cabeza para la medicina y las soluciones
eficaces solo están al alcance de unos pocos. Los medicamentos más novedosos
suelen tener precios demasiado elevados para todos los sectores de la población
además de que representan una gran responsabilidad para los médicos que los
recetan.
En el caso de productos muy novedosos, el médico se
enfrenta ante el desconocimiento del producto mismo, la información disponible
es sólo aquella proporcionada por el laboratorio y aunque está pueda estar
publicada en revistas de reconocido prestigio, existe también el elemento de la
persuasión comercial, tanto de investigadores como del propio laboratorio que
patrocina y promueve esos estudios.
Un buen ejemplo de esta situación, es la cerivastatina
de Bayer, que ofrecía algunas ventajas sobre otros fármacos de la misma
familia, en cuanto a eficacia se refiere, pero que tuvo que salir del mercado
por la rabdomiolisis que provocaba en algunos pacientes, al combinar este
medicamento con otros de uso habitual en el tratamiento de las dislipidemias.
En términos generales podemos decir que los productos
nuevos en general tienen una eficacia bien demostrada y pueden tener algunas
ventajas derivadas de sus compuestos, como puede ser una vida media más
prolongada lo que hace que su uso sea más prolongado, lo que favorece
ciertamente el apego al tratamiento. No se puede decir lo mismo con respecto a
la seguridad de los medicamentos nuevos, ya que los estudios que se realizan
antes de comercializar un producto, sólo se hacen en un número limitado de
pacientes, en general bien controlados, con características muy escogidas y de
ninguna forma pueden reproducir las condiciones de uso “normal” del
medicamento, cuando éste llegue al mercado.
Ahora, respecto a las pequeñas modificaciones estructurales
que hacen a moléculas ya conocidas, muchas veces son simplemente el reflejo del
final de la patente de algún medicamento o de la formula comercialmente exitosa
de algún fármaco, que lleva a las compañías a producir otra molécula parecida
que esté protegida por patente y que pueda comercializarse de una manera
igualmente exitosa.
En muchos casos las “nuevas moléculas” no ofrecen ventaja
alguna sobre las previas, a excepción de que son “nuevas”, con los mismos
riesgos mencionados en los párrafos anteriores. En estos casos el precio es
mucho mayor que el del compuesto original, sin ninguna ventaja extra o
competitiva real.
Esta estrategia es conocida como canibalismo ya que la primera
formula es “devorada” por una segunda que es igual a ella, pero con un cambio
insignificante.
La mayoría de las causas por las cuales los medicamentos de
patente son una mala opción se reducen en un abuso por parte de la empresa,
quien se aprovecha de las necesidades de las personas para poder obtener un
mayor número de ganancias, sin embargo, es un hecho que las empresas tiene todo
el derecho de cobrar lo que ellos
consideren necesario, ya que como mencionamos antes, estos medicamentos son
innovadores, lo que en significa que son en avance científico y por ende es muy difícil que todos los
laboratorios puedan tener lo necesario para fabricar un medicamento así.
Actualmente se tienen normas que establecen un apoyo
gubernamental a ciertas personas de escasos recursos en donde el 50% del costo
del tratamiento lo cubre el seguro medico otorgado por el gobierno, esto
principalmente en enfermedades crónico degenerativas.
Poco a poco hacemos
frente a el abuso de la industria farmacéutica, un ejemplo es el grupo red plan el cual se encarga de la difusión de temas
relacionados e implícitos en las patentes, según el grupo red plan “Para que un medicamento pueda ser
patentado debe cumplir ciertas reglas, de lo contrario cualquier persona puede
presentar una posición al medicamento, si
la patente es rechazada se abre
la posibilidad de que le medicamento pueda convertirse en genérico y así los
precios bajes facilitando un mayor acceso para todos”
Fuente: http://www.facmed.unam.mx
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